Ciudad Universitaria de Puebla: una utopía de modernización

Ciudad Universitaria de Puebla: una utopía de modernización

Concha Ciudad Universitaria de Puebla
Cultura

La Ciudad Universitaria de Puebla (1964-1969) fue la culminación de un proyecto de modernización que rompía con el molde de las viejas universidades –céntricas, claustrales y envejecidas- para crear, en nuevos espacios periféricos, una comunidad de docentes y estudiantes que concretaría los ideales de la autonomía universitaria

 

 

 

 

Este territorio libre de injerencias políticas y religiosas se expresaría mediante novedosas formas de planificación urbana, arquitectura de vanguardia y acuerdos de largo alcance entre la sociedad civil y el Estado para convertir las ciudades universitarias de América Latina en punta de lanza de la renovación social.

 

 

 

 

La nueva ciudad letrada se impuso la misión de concluir el difícil trasvase del universo colonial, dependiente o subordinado, a las repúblicas independientes, soberanas e industrializadas que, de Rio de Janeiro a Bogotá, pasando por Concepción o Caracas, creaban grandes complejos universitarios para mostrar su empeño de llegar, cuando antes, a la anhelada modernidad.

 

Cuando la ciudad de México se definía como sede paradigmática de la modernización latinoamericana, Ciudad Universitaria representó la culminación de décadas de lucha a favor de una nueva arquitectura.

Denominada como el “teatro del experimento”, CU encarna el más grande laboratorio de la arquitectura mexicana del siglo XX, considerada incluso la cuna de una nueva cultura.

Con cerca de 140 arquitectos diseñando los distintos proyectos bajo el plan maestro realizado por Mario Pani y Enrique del Moral, que incluía el trabajo de muralistas, ingenieros y escultores, el conjunto universitario logró condensar los ideales de una época y de un país.  (Fernández Canales, pág. 74)

 

La utopía modernizante de las ciudades universitaria se impuso en México tras el indiscutible éxito del nuevo campus de la UNAM, inaugurado en 1952 de tal forma que otros proyectos consecutivos –la Ciudad Universitaria de Monterrey y la Ciudad Universitaria de Puebla- se construyeron con equipos, modelos y técnicas surgidas de aquella experiencia pionera que estaba abriendo las puertas de la meritocracia a las clases populares de la capital.

 

 

En todos los países de América Latina, tanto en las capitales como en sus principales ciudades, se diseñaron ciudades universitarias para cumplir funciones sustantivas, desde la ampliación del conocimiento, la movilidad social y el espíritu comunitario, reforzado en estos espacios del saber dedicados, en exclusiva, para estudiantes y profesores.

Por esta razón, la aventura de la Ciudad Universitaria de Puebla, creada entre 1964 y 1969, respondió a las exigencias de un tiempo de planeación, ordenamiento y utopía modernizadora.

 

Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria de Puebla

Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria de Puebla / Imagen: cortesía de la Dirección de Infraestructura Educativa

 

La idea es que un proyecto de esta envergadura detonaría el crecimiento de Angelópolis y cimentaría tanto su prolongada vocación universitaria como la imbricación de la UAP en el tejido social, industrial y cultural del Estado.

La estrategia también respondía a razones de orden público que deben ser mencionadas como el reverso de aquella utopía modernizadora:

 

Manifestación en Puebla década de 1970
Marcha estudiantil en el centro de Puebla durante la década de 1970 / Imagen: Archivo Histórico Universitario

 

La edificación de C.U. hasta los límites de Puebla, tenía como meta el alejamiento de los estudiantes del centro de la ciudad, una estrategia similar que fue aplicada a la UNAM en los años 50, al notar que la movilización estudiantil en el centro histórico de la Ciudad de México lograba paralizarlo cerrando sus principales calles, esto ocurría de manera similar en Puebla, al iniciar un brote de descontento estudiantil se concurría en el cerrar la calle 4 sur, la av. Maximino Ávila Camacho (hoy Palafox y Mendoza), la 3 oriente y la 6 sur, al haber una manifestación al zócalo de la ciudad solo tenían que caminar una cuadra correspondiente a la av. Maximino Ávila Camacho y así realizar el mitin en el centro de la ciudad. (Sandoval Luna, 2018, 94-95)

 

A cincuenta años de su creación, recuperamos para Crónica Universitaria los fragmentos más destacados de La Ciudad Universitaria de Puebla, origen y evolución, 1969-2009, escrita por Carlos Montero Pantoja, académico de nuestra casa de estudios.

 

La Ciudad Universitaria de Puebla: orígenes de un proyecto

 

En la universidad aumentaba la demanda de matrícula de una sociedad que era crítica y presionaba. Hasta 1962 se había mantenido un promedio de alumnos matriculados inferior a cinco mil, los cuales, exceptuando a los de Medicina, todos, con sus escuelas, estaban concentrados en el edificio Carolino, pero en ese inmueble los estudiantes se hallaban cada vez más apretados. En 1963 ingresaron tantos alumnos (5228), que se rebasó el límite esperado.

Además, se tenía previsto que aumentaría la presión, debido a que el egreso de las secundarias y preparatorias era cada día mayor, por lo que la Universidad se debía preparar para atender a unos y otros.

 

Edifico Carolino

Edificio Carolino: sede histórica de la BUAP / Imagen: VEDC

 

Las escuelas estaban distribuidas en los pisos bajos, las catacumbas y los pisos altos de los tres patios; ninguna escuela tenía la superficie necesaria para cumplir con las condiciones básicas de la enseñanza como para adquirir una formación integral.

No todas las carreras utilizaban mesabancos y pizarrón, algunas, como la de Arquitectura e Ingeniería necesitaban muebles especiales, como los restiradores, uno por alumno, o mesas grandes para poder estirar el papel de dibujo, más lugar suficiente para que el profesor, rodeado de alumnos, pudiera mirar los proyectos que se realizaban; además, qué decir del espacio para fabricar las maquetas. Por otro lado, debían considerarse las bancas comunes para las materias llamadas "teóricas".

Por supuesto, nunca se consiguió. Lo que no obstó para cumplir con la formación académica; los profesores, con su ingenio y el apoyo decidido de los estudiantes, aprovecharon lo que tenían: usaron los corredores, los patios, las azoteas y cualquier sitio que no estuviera ocupado, y las clases nunca se interrumpieron.

 

Historia del Edificio Carolino

 

Como ya se ha dicho, en 1963 ingresaron tantos alumnos, que se rebasó el límite esperado, pues esta vez se admitieron 5 228 alumnos. Además, las autoridades preveían que la presión aumentaría debido al aumento de alumnos egresados de las secundarias y preparatorias y la Universidad debía prepararse para atender a todos.

Para resolver el problema de las aglomeraciones, se inició un proceso de desconcentración con la Escuela de Derecho, quizás la más numerosa y de mayor peso político; se ubicaría en la calle 8 Oriente 214. De la elaboración del proyecto y la construcción se encargó el ingeniero Héctor Figueroa Ortega, quien fue asistido por los pasantes de arquitectura Rafael Méndez Aranda, Marco Antonio Jiménez y José Nolasco.

Una vez terminada la construcción, se inauguró el 6 de abril de 1963. Con esto comenzó el éxodo de las escuelas del Carolino y, así, salía del Carolino una de las escuelas más numerosas.

 

Laguna de San Baltasar Campeche

La laguna de San Baltasar Campeche, oasis urbano / Imagen: Oriol Malló

 

En ese mismo año, el rector, doctor Alberto Guerrero, expresaba públicamente los problemas que generaba la sobrepoblación estudiantil y consideraba que la Ciudad Universitaria resolvería esos problemas. Para avanzar en su solución, formó una comisión encargada de estudiar varios lugares que fueran aptos para el establecimiento de la CU en la ciudad.

Encontraron, ese mismo año, que el terreno adecuado pertenecía al ejido de San Baltasar Campeche y colindaba con el novedoso fraccionamiento Jardines de San Manuel.

La Universidad presentó el proyecto al gobierno del estado y éste se comprometió a contribuir con recursos, así lo expresó públicamente; sin embargo, sobrevino un distanciamiento entre ambas instituciones por razones políticas.

 

El rector Lara y Parra (izquierda) con el presidente López Mateos en el Edificio Carolino 18 de noviembre de 1964

El rector Lara y Parra (izquierda) con el presidente López Mateos en el Edificio Carolino el 18 de noviembre de 1964 / Imagen: Archivo Histórico Universitario

 

El impulso de la construcción de la CU correspondió al rector Manuel Lara y Parra, quien abanderó una serie de movimientos sociales que lo enfrentaron con el gobernador Antonio Nava Castillo, lucha social que obligó al gobernador a dimitir.

Por esa causa llegó a Puebla el ingeniero Aarón Merino Fernández (31 de octubre de 1964), quien, a decir de personas que lo conocieron, llegó con ánimo de trabajar con todos los sectores sociales. Esa disposición del nuevo gobernador logró que se reanudaran las conversaciones entre la Universidad y el gobierno.

 

La decisiva aportación de la Fundación Jenkins

 

Como la universidad estaba imposibilitada para realizar tan magna obra, el rector acudió al gobernador para solicitar participación económica, quien, sin rechazar la petición, a pesar de tener las arcas vacías, tuvo la posibilidad de sumar a la Fundación Mary Street Jenkins y de esa manera conseguir también el respaldo económico que ayudaría a concretar la obra.

Pero no fue lo único, también con recursos de la Fundación Mary Street Jenkins se programó la construcción de lo siguiente: la preparatoria Benito Juárez García, también en terrenos de San Baltasar.

 

Estudiantes platicando en las instalaciones de la Ciudad Universitaria de Puebla, febrero de 1986

Estudiantes platicando en las instalaciones de la Ciudad Universitaria de Puebla, febrero de 1986 / Imagen: VEDC

 

La escuela atendería a cerca de cuatro mil alumnos y tendría campos deportivos, biblioteca, talleres y laboratorios, entre otros; se consideró también edificar la Escuela de Enfermería con un aporte de 500.000.00 pesos, con el propósito de levantar un edificio de dos pisos con nueve aulas, biblioteca, sala de demostración clínica, sala de lectura, laboratorios, bodega y oficina para la Dirección).

Por otro lado, muy pronto se realizarían algunos anexos a la Escuela de Medicina, que consistían en aulas, laboratorios y salón de conferencias. También se informaba de la edificación de la Escuela de Ciencias Económicas-Administrativas, que contaría con diez aulas.

 

 

La Ciudad Universitaria intentó convertirse en un sitio para recibir a todas las escuelas que funcionaban en el antiguo Colegio Carolino, incluida la Rectoría; por lo tanto, llevar las escuelas a la periferia significaba realizar un proceso completo de desconcentración educativa, llevado al extremo, porque eso implicaba vaciar al Carolino y para éste no se proponía ningún uso.

La Ciudad Universitaria se edificó en ejidos pertenecientes a San Baltasar Campeche. Los terrenos de cultivo fueron expropiados una vez que se tuvo el proyecto de construcción de la Ciudad Universitaria, por tanto, al tratarse de una institución educativa de carácter público, se justificaba la utilidad pública.

 

Ciudad Universitaria de Puebla en la década de 1970

La construcción de Ciudad Universitaria, un trabajo que prosiguió en la década de 1970 / Imagen: La Ciudad  Universitaria de Puebla, origen y evolución , 1969-2009 

 

La solicitud de expropiación la hizo el gobernador del estado, Antonio Nava Castillo, al Departamento de Asuntos Agrarios, además se comprometió a cubrir la indemnización correspondiente, pero de esa solicitud a la realidad faltaba mucho.

El decreto fue firmado por el presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, fundado en el Artículo 27 Constitucional, y en el 33 y el 192 del Código Agrario vigente.

La superficie en favor del gobierno del estado fue de 102.29,79 hectáreas que resultaron de afectar a los ejidatarios, las indemnizaciones correspondían a tres grupos de terrenos abonados indemnizados con 64,134.00 pesos; el de la señora Maura Báez, viuda de Almaráz, porque se afectó su casa, con 21,110.00 pesos; y el de los terrenos comunes, con 3'948,698.94 pesos.

 

Fundación Jenkins y la BUAP

Plano original de la Ciudad Universitaria de Puebla, archivado en la Fundación Jenkins / Imagen: cortesía de fundacionjenkins.org

 

 

La obra se realizó años después, durante el gobierno del ingeniero Aarón Merino Fernández, quien, desde luego, estuvo muy interesado en su ejecución. Nada hubiera sido posible sin la ayuda generosa de la Fundación Mary Street Jenkins, cuyo patronato, dirigido por don Manuel Espinosa Yglesias, aportó los recursos económicos necesarios para

La mancha urbana no era muy extensa: por el norte llegaba a la colonia Santa María; del otro lado del río San Francisco, sobre las laderas de los cerros de Loreto y Guadalupe, había algunas casas, principalmente de asentamientos espontáneos; más al noreste, siguiendo la trayectoria de la carretera a Amozoc, hoy 14 Oriente, se habían fundado las colonias Hogar del Empleado, Humboldt, América y El Porvenir, a las que los poblanos consideraban distantes.

Hacia el sur, la parte compacta llegaba a la calle 25 Oriente-Poniente, convertida en una de las avenidas de moda, porque diferenciaba la parte antigua de Puebla de la que se estaba construyendo; un poco más alejado de "la 25" estaba trazado el fraccionamiento Huexotitla, que llenaba algunas manzanas, pero, en general, solamente se veían los predios. Además, se estaban trazando los fraccionamientos de Las Palmas y Buganvilias, de los cuales las manzanas estaban en proceso de ocupación.

 

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Ciudad Universitaria de Puebla: recopilación de imágenes

 

Al oriente la mancha llegaba hasta el campo de aviación, hoy Parque Ecológico. Del otro lado del río Alseseca estaba solitaria la colonia Ignacio Zaragoza; rodeando a la zona militar y al sur de ésta, nacía la colonia Héroes de Puebla.

Al poniente, el crecimiento siguió la trayectoria de las calles Reforma y la Avenida Juárez; sobre Reforma, la zona poblada terminaba en la colonia Amor y luego continuaba en la junta auxiliar La Libertad; la Avenida Juárez se mostraba compacta hasta la colonia La Paz, que en esa década se construía con gran rapidez, por ser el fraccionamiento de moda; hacia el suroeste estaban la colonia Los Volcanes y, más alejada, la colonia Los Ángeles, detrás del panteón de La Piedad.

 

Ciudad Universitaria de Puebla a finales de los sesenta

Ciudad Universitaria de Puebla a finales de los sesenta / Imagen: La Ciudad  Universitaria de Puebla, origen y evolución , 1969-2009 

 

Localizada en la periferia sur de Puebla, se emplazó inmediatamente después del fraccionamiento Jardines de San Manuel.

En ese tiempo, la mancha urbana no era uniforme hasta allí, pues el fraccionamiento se estableció dando un gran salto de la mancha, el lugar más cercano era el pueblo o Barrio de San Baltasar Campeche, recién constituido como junta auxiliar, pero dicho pueblo tampoco estaba unido

Así la CUP se emplazó, teniendo como límites: al norte, el fraccionamiento Jardines de San Manuel; al oriente, no había calle, solamente terrenos agrestes con escurrimientos hacia el río Alseseca.

Muchos años después, este costado oriente de la ciudad quedó alineado con el trazo de la calle Río Papagayo, del fraccionamiento San Manuel; al poniente, la carretera a Valsequillo, trazada como una diagonal que nacía en el panteón municipal (desde el Alpha II hasta la CUP no había nada construido, sólo milpas); al sur, no había calle, se identificaban los límites del polígono por la cercanía del terreno con unas torres de electricidad.

 

 

Alberca del Edificio Carolino

Alberca del Edificio Carolino: los sueños de modernidad en fase embrionaria / Imagen: Archivo Histórico Universitario

 

Probablemente la CU tomó como base el límite federal de esas torres. Con el paso del tiempo, cerca de esos terrenos federales, se fue edificando hasta constituir, incluso, una gran avenida que originalmente se llamó Las Torres y posteriormente Manuel Espinosa Yglesias.

 

Los proyectos preliminares para CU

 

Estudiantes

 

Los estudiantes siempre estuvieron animados con la idea de que se construyera la Ciudad Universitaria, los más cooperativos fueron los de Arquitectura porque incluyeron en sus programas académicos ejercicios relativos a la construcción de escuelas sobre terrenos que ellos mismos seleccionaban en diversos puntos de la ciudad, y con ello contribuían con la institución, porque esos proyectos servían para sustentar la petición oficial que los universitarios hicieron al Gobierno del Estado y al presidente de la República, el licenciado Adolfo López Mateos.

 

El presidente López Mateos en su visita al Carolino (1964) / Imagen: Archivo Histórico Universitario

 

Como en todos los ambientes, ante la carencia de información, siempre tejen versiones con base en una serie de rumores; por ejemplo, los estudiantes, en aquella época, supusieron que el presidente de la República, el licenciado Adolfo López Mateos, habla donado ya una superficie considerable para la construcción de la CU en la zona de Aviación.

Pero de ese supuesto no se aclaró nada. Las autoridades no confirmaban lo dicho en los corredores, pero sí se tenía la certeza de que el Patronato Universitario y la Rectoría, encabezada por el doctor Manuel S. Santillana, hacían las gestiones para conseguir un terreno que cumpliera con dos características: que se ubicara cerca de la ciudad y que tuviera, como mínimo, una superficie equivalente a sesenta hectáreas. (46)

 

Maquetas originales de la Ciudad Universitaria de Puebla, tomadas por el arquitecto Miguel Pavón

Maquetas originales de la Ciudad Universitaria de Puebla, tomadas por el arquitecto Miguel Pavón / Imagen:  La Ciudad  Universitaria de Puebla, origen y evolución , 1969-2009 

 

Se había creado un ambiente de ensueño entre los universitarios, las aspiraciones para alcanzar la modernidad dependían de ese nuevo recinto. La creación de la CU no resultaba utópica, sino que debía ser concebida como la satisfacción concreta de las necesidades actuales.

Muchas propuestas para la construcción de la CU se hicieron como parte de los ejercicios académicos. De una de aquéllas conseguimos fotografías de maquetas que fueron tomadas por el arquitecto Miguel Pavón Rivero (q.e.p.d.), y pertenecen a su archivo personal. En la entrevista que tuvimos con él no recordó que estudiantes fueron los autores de dicha maqueta. Se percibe que las fotografías fueron tomadas en el aula contigua al Salón Barroco del edificio Carolino.

 

Gobierno del Estado

 

El Gobierno del Estado, encabezado por el ingeniero Aarón Merino Fernández constituyó la Comisión Técnica de Planeación, cuya gerencia la tuvo Francisco Díaz Castro. Esta comisión tuvo sus oficinas en el moderno edificio Lastra, allí. el Departamento de Arquitectura ocupó el despacho 301. La comisión se dividió en los departamentos de Planificación, Ingeniería y Arquitectura. Los dos prime- ros departamentos no tuvieron que ver con la elaboración del proyecto de la CU.

Al frente del Departamento de Arquitectura estaba el arquitecto Héctor Serdán Pineda, quien invitó a colaborar al arquitecto Mauricio Romano del Valle. Dicha invitación fue prácticamente para encargarse de la dirección del mismo, pues muy pronto dejó ese departamento en sus manos.

 

Aarón Merino Fernández

Aarón Merino Fernandez, gobernador de Puebla (1964-1969), con el presidente López Mateos / Imagen: cortesía de Intolerancia Diario

 

Ya como responsable del Departamento de Arquitectura, el arquitecto Mauricio Romano se encargó de formar un equipo con profesionales contemporáneos que vinieron de la ciudad de México.

Como hubo protestas de parte de los profesionales locales, se hizo una invitación abierta para que ingresaran los profesionales poblanos, fue así que el equipo quedó conformado por Rafael Méndez Aranda, Sergio Villalón, Rogelio Núñez de Arce, Fernando García Limón, José Manuel González Teysier, Sergio Reyes Mendizábal, Alfonso Manjarréz Estrada, César Pérez Córdoba, Miguel Espinosa de los Monteros, Antonio Santobella, Emilio Barney, Héctor Serdán (quien luego regresó como colaborador), Eduardo Soriano, Rafael Rivera, Mario Melgar y Juan Vega -quien había sido jefe del taller de Sordo Madaleno y vino recomendado por Antonio Santobella- ocupó el cargo de jefe de taller en este nuevo grupo.

 

Plano maestro Ciudad Universitaria UNAM

Plano maestro de la ciudad universitaria de la UNAM / Imagen: captura de pantalla del libro Ideales para una ciudad universitaria

 

A este equipo le encargaron hacer los estudios necesarios para elaborar el proyecto de Ciudad Universitaria. A esta comisión le entregaron los levantamientos topográficos de los terrenos del ejido de San Baltasar Campeche, seguramente elaborados por el Departamento de Planificación de la propia Comisión Técnica de Planeación.

El equipo de arquitectos se inspiró en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, sobre todo porque los comisionados venían de la ciudad de México y la conocían con detalle, entre otras razones, por haber cursado en ese campus la carrera de Ingeniería o Arquitectura, además, estaba de moda el campus y era un lugar representativo de la urbanística y la arquitectura de vanguardia en ese momento.

La tarea principal de este grupo consistió en la elaboración del programa arquitectónico, la cuantificación de áreas por escuela y deportes, la zonificación, la definición del plan maestro y la imagen objetivo, es decir, prefigurar todo para lograr un acercamiento a la volumetría, siempre basados en el estudio precedente, a la zonificación y al emplazamiento de los componentes arquitectónicos y urbanos.

 

Ciudad Universitaria BUAP

 

Definieron el sitio en la ciudad y la superficie requerida fundamentada con el proyecto elaborado y la maqueta donde estaba la propuesta de los edificios para las escuelas, las áreas verdes y los campos deportivos. Si bien la volumetría de la maqueta no refleja fielmente lo que sería la arquitectura definitiva, por los estudios que la fundamentaban se conoce que estaba muy cerca de la realidad. De la propuesta se intuye que la CU de Puebla se realizaría con arquitectura de vanguardia en esa época.

Lo que allí se proyectó sirvió de base para hacer la estimación de los componentes espaciales y la cantidad de superficie requerida para el campus. Ya con el anteproyecto era posible tener una idea más completa de la superficie requerida, los componentes espaciales, su volumetría, el costo, entre otros elementos; por consiguiente, era más fácil solicitar lo necesario.

 

Luís Rivera Terrazas en CU

Las obras de ampliación y mejora de la Ciudad Universitaria siguieron durante el rectorado de Luís Rivera Terrazas (1975-1981) / Imagen: Archivo Histórico Universitario

 

La base del diseño urbano se sustentaba en el principio de que el campus de una universidad pública debería ser completamente abierto, con todas las implicaciones que conlleva el término. Por otro lado, la CU tampoco sería un obstáculo para el crecimiento de la ciudad, por el contrario, el campus se articularía con la ciudad de Puebla.

El campus se conformaba con tres zonas: la escolar, la deportiva y la de servicios generales de apoyo al funcionamiento académico, administrativo y de infraestructura.

Los autores de la CU preveían un crecimiento de la mancha urbana, probablemente no lo imaginaron tan intenso como sucedió en la realidad, pero su diseño urbano proponía los elementos necesarios para que ello funcionara.

 

Alberca Ciudad Universitaria de Puebla

Alberca original de la Ciudad Universitaria de Puebla, o los anhelos de modernidad / Imagen: La Ciudad Universitaria de Puebla, origen y evolución, 1969-2009 
 

La zona escolar tenía una serie de plazas articuladas con un sistema de andadores, de manera que el interior fuera peatonal, no a través de un solo camino, sino de una red de comunicaciones. Los espacios vacíos se destinarían para las áreas verdes, algunas de ellas arboladas. Los edificios principales serían tres: la Rectoría, el Aula Magna y la Biblioteca Central, los tres dispuestos en torno a una plaza central; el eje visual de remate y de énfasis urbano sería la biblioteca.

Este proyecto sirvió de base para fundamentar jurídicamente el decreto de expropiación por causa de utilidad pública, pero el proyecto no se ejecutó por razones que solamente se pueden intuir: la Fundación Mary Street Jenkins aportaría recursos para su construcción y, lo más probable, es que haya puesto condiciones, entre otras, que su equipo de constructores, encabezados por el ingeniero Marcos Mastretta Arista y el arquitecto Miguel Pavón se hicieran cargo del proyecto y su ejecución.

 

 

El  Edificio María, emblemática obra de Marcos Mastretta Arista / Imagen: Google Maps

 

El proyecto lo hicieron en el despacho Mastretta-Pavón, dirigido por el ingeniero Marcos Mastretta Arista, junto con su socio, el arquitecto Miguel Pavón. Ambos se hicieron cargo de confeccionar un nuevo proyecto sin tomar en cuenta lo que había realizado el Gobierno del Estado.

Las escuelas que formaban parte del plan maestro fueron las de Educación Física, Administración de Empresas e Idiomas, Arquitectura y la Escuela de Arte de Arquitectura, Ingeniería Civil, Ingeniería Química, Ciencias Químicas, Facultad de Derecho y Jurisprudencia y las instalaciones deportivas de primera categoría; además, había la posibilidad de destinar una buena parte de la superficie de la CUP para construir la zona habitacional de los profesores, alumnos y empleados.

 

Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP en el año de 1980

Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP en el año de 1980 / Imagen: VEDC

 

La zona deportiva comprendió un campo de béisbol con sus tribunas, un campo para práctica de béisbol: cuatro canchas de tenis con postes removibles, para ser aprovechables en un juego isométrico de fútbol; diez canchas de básquetbol; tres estructuras de frontenis dobles, con seis canchas y contracanchas; una cancha de hockey para patines de rueda; una alberca olímpica; un foso de clavados y una alberca para principiantes. Las albercas estarían dotadas de un sistema para bombeo, calentamiento y purificación de agua con su correspondiente casa de máquinas.

 

Las albercas de Ciudad Universitaria

Las albercas de Ciudad Universitaria en la actualidad / Imagen: VEDC

 

También tendría un edificio para la dirección de Educación Física, graderío para el público asistente a los diversos deportes, tribunas, unidades de vestidores para la zona de fútbol y de béisbol y estadio de prácticas, baños de agua caliente y agua fría, servicios sanitarios para los deportistas y para el público, separadamente; plazas, jardines y espejos de agua; un sistema completo de vialidad para unir los diversos edificios entre si y la Ciudad Universitaria con la carretera a Valsequillo y las calles de la ciudad, incluyendo un trébol y pasos a desnivel para la seguridad de los transeúntes y un área de más de cien mil metros cuadrados para calles y estacionamientos; una estación de autobuses, iluminación y agua propias.

 

Conceptualizando la Ciudad Universitaria de Puebla

 

El concepto consistía en dos grandes zonas de superficie equivalente: la escolar y la deportiva. Leyendo el plano, se nota que la CU destinaba mayor superficie a la práctica de los deportes que a las aulas, además, observado los estadios, las albercas, la diversidad de canchas -todas de carácter profesional reglamentario para competencia olímpica-, más la monumentalidad con que se expresaron en el plano, es notable que el deporte profesional tenía la misma o mayor importancia que la formación profesional.

El elemento esencial en el diseño de la planta general era el espacio abierto: por eso, la plaza era el eje rector de la composición general, además, se repite en cada conjunto de edificios de las escuelas que también se diseñaron tomando base su propia plazuela; estos espacios abiertos se complementaban con jardineras y espejos de agua.

 

Maqueta original de la Ciudad Universitaria de Puebla

Maqueta original de la Ciudad Universitaria de Puebla / Imagen: La Ciudad Universitaria de Puebla, origen y evolución, 1969-2009 

 

Los jardines se dibujaron, pero en general no ambientaron u ornamentan porque el césped y las plantas que requieren cuidado permanente se dejaron abandonados. En algunas partes se sembraron árboles o se aprovecharon los que había (laureles, básicamente). Los setos se usaron como elementos para delimitar los corredores y los jardines.

La luz natural es abundante en una superficie tan generosa como lo fue entonces, y el diseño la aprovechó al máximo. Donde se podía, se pusieron ventanales de piso a techo en vez de muro y en las aulas se dejó iluminación en sus dos costados.

El peatón tiene un lugar importante en este diseño, los pavimentos puestos en las plazas, las plazuelas, los corredores y los puentes peatonales así lo demuestran.

De hecho, los interiores de ambas zonas se podrían caminar a pie, pero en la realidad no sucedió así, porque, probablemente, pensaron que de cualquier manera podían caminarse sin pavimento entre las áreas verdes y los terrenos desolados.

 

 

Andadores de Ciudad Universitaria en la década de 1980

Andadores de Ciudad Universitaria en la década de 1980/ Imagen: VEDC

 

Los vehículos personales y colectivos también tienen su lugar, aparentemente las zonas destinadas para ellos predominan sobre las partes destinadas al peatón. Los circuitos, las avenidas, los pasos a desnivel, los estacionamientos, los paraderos de autobuses, todos generosos, dan la apariencia de haberse hecho un campus para el automóvil.

De entonces a la fecha, algunas escuelas han corregido la jardinería, pero, en general, se advierte un descuido del arbolado, aún en sitios consolidados, más aún en la zona deportiva donde hay pocos árboles.

 

Los componentes principales de la Ciudad Universitaria de Puebla

 

La CU tiene como base de su composición cuatro zonas: la zona escolar, al norte; la zona deportiva, al sur-centro; el estadio, al sur; la zona habitacional, al poniente. Para comunicarlas entre sí, hay un circuito vehicular perimetral envolvente, más los circuitos interiores que dividen perfectamente las zonas descritas.

 

 

 

 

En cada nodo vial se diseñan pasos a desnivel. De manera específica se señalan cinco nodos importantes

 

Zona Escolar

 

Las escuelas ocuparon la zona norte de la CU, dividida de la zona sur por el circuito interior.

Los conjuntos escolares se emplazaron de poniente a oriente; es decir, los edificios se colocaron cerca de los principales accesos que venían de la ciudad, tales como la carretera Puebla-Valsequillo y el boulevard interior norte, fundido con la Avenida San Claudio que cierra, perpendicularmente por el sur, el fraccionamiento Jardines de San Manuel y une la carretera con la calle Papagayo, por eso no es casual que los edificios más contemporáneos ocupen ahora la cercanía con dicha calle.

 

Ciudad Universitaria de la BUAP

La Ciudad Universitaria de Puebla: renovada en el siglo XXI / Imagen: VEDC

 

Como eje rector, se traza una enorme plaza central de oriente a poniente y en sus costados norte y sur se disponen las escuelas. Se dibujan elementos, tanto en el extremo oriente, en el centro, como en el extremo poniente, probablemente, escultura arquitectónica que serviría como referencia y remate visual.

También tiene pavimentos que indican que de igual forma se destacaban las plazuelas de las escuelas. De las tres plazas, la central, se constituye en una gran plaza cívica con trayectoria norte-sur y cuyo eje de proyección norte hacia el entorno inmediato coincide con la calle 18 Sur.

Hacia el sur, la plaza termina un poco antes de llegar al puente peatonal, aquí cambia el tipo de pavimento y la sección es más estrecha, por lo que se convierte en un ancho camino peatonal.

Probablemente, para enfatizar el puente, pasa por las albercas y llega hasta otra gran plazuela, dibujada del otro lado del edificio de las albercas; los edificios que hay en esa trayectoria norte-sur son, en primer lugar, en su lado poniente, la Rectoría, y, en el oriente, el aula magna, que son los edificios principales; más allá está el Club Central en el lado oriente de la terminación de la plaza y la Escuela de Ingeniería Civil en el poniente.

 

La Ciudad Universitaria de Puebla, origen y evolución, 1969-2009 

La Ciudad  Universitaria de Puebla, origen y evolución , 1969-2009 , un libro de Carlos Montero Pantoja

 

Se constituyeron solamente tres zonas, con dos escuelas cada una o “par de escuelas" que corresponden con su afinidad profesional; éstas fueron las siguientes: Ingeniería Civil y Arquitectura; Química y Ciencias Químicas e Ingeniería Química; y Administración Pública junto con Derecho y Ciencias Sociales. En el diseño se advierte una relación entre las escuelas y, en ciertos casos, parecen compartir laboratorios, plazas y estacionamientos, entre otros espacios.

Sin embargo, las zonas escolares no se relacionaron entre sí, no existe un sistema de corredores o plazuelas que las articulen. Sí hay un enorme corredor de norte a sur que parte desde una parada de autobús ubicada sobre San Claudio a la altura de la 18 Sur.

Las aulas se agruparon en bloques horizontales largos de dos o más pisos, la longitud iba de oriente a poniente, de manera que la iluminación para las aulas fuera norte y sur: la iluminación del norte era libre, la del sur era indirecta, porque correspondía con los corredores a cubierto.

 

La Torre de Rectoría: una idea que se concretó en 50 años

 

El eje de la composición fue el edificio de la Rectoría, el cual era un punto clave de apoyo, porque era el punto de relación con la Catedral, específicamente con la torre, además, era el punto de arranque y el eje de identificación, de tal manera que de este eje se partió para poder ubicar todos los componentes arquitectónicos.

 

Torre de Rectoría CU BUAP

La Torre de Rectoría de CU en el otoño del 2019 (la obra se concluyó en la primavera del 2020) / Imagen: VEDC

 

La Rectoría fue proyectada por Carlos Mastretta Cobel y Fernando Rodríguez Concha. La rectoría sería el edificio más importante, hito de la representación del poder de la Universidad, por lo tanto, se diseñó con una doble apariencia: hacia adentro, porque era el eje principal vertical del conjunto, y hacia afuera, porque sería, precisamente, el símbolo de la Universidad.

Se planeó la rectoría como un edificio de planta rectangular, con dos muros paralelos de cristal, orientados respectivamente, al norte y al sur. Los otros dos muros -perpendiculares a los de cristal y paralelos entre sí, orientados hacia el este uno, y al oeste el otro- so los que soportarían la estructura.

Si se observara el edificio de frente, podría verse la forma de pirámide truncada, cuyos cantos laterales formarían, cada uno, una parábola. Por consiguiente, la base del primer piso tendría la mayor superficie y conforme se superpusieran los pisos, cada uno de ellos decrecería en superficie: sin embargo, la parte alta del último piso, debido a las parábolas de los cantos laterales del edificio, tendría mayor superficie que su parte inferior.

 

El banquero poblano Manuel Espinosa Yglesias

El banquero poblano Manuel Espinosa Yglesias (1909-2000) / Imagen: cortesía del Centro de Estudios Espinosa Yglesias

 

La causa de que no se construyera la Rectoría fue política. Por un lado, la Universidad dijo: "Nosotros no nos salimos del Carolino".

Sus razones tendrían o porque había intereses políticos; y, por otro, a don Manuel Espinosa Yglesias y a don Guillermo Jenkins se les presentó la oportunidad de ahorrarse tres millones de pesos, si no se construía Ja Rectoría.

 

Una arquitectura específica para las áreas de conocimiento

 

Aunque en el presente se reconoce a las escuelas como entidades independientes, en el plano del conjunto de la Ciudad Universitaria se advierte con mucha claridad que en el origen se concibieron los emplazamientos como conjuntos arquitectónicos derivados de las áreas del conocimiento. Por esa razón, la información siguiente ofrece la explicación de la forma en la que se concibieron.

 

Edificio Multiaulas 7 en Ciudad Universitaria

Edificio Multiaulas 7 en Ciudad Universitaria / Imagen; VEDC

 

Como acotación al margen del libro de Carlos Montero Pantoja, obra del 2009, cabe destacar que esta concepción se retoma en el rectorado del Dr. Alfonso Esparza Ortiz (2014-2018) al impulsar los edificios multifuncionales, también conocidos como Edificios Multilaboratorios (EML) o Multiaulas (EMA), que se crearon tanto para detonar un aumento de la matrícula como para optimizar la infraestructura universitaria juntando, en un mismo espacio compartido, las áreas de conocimiento para, de esta forma, asegurar un conocimiento transdisciplinar.

Fue precisamente en Ciudad Universitaria, y aprovechando la misma ubicación compartida de las facultades, que se impulsaron los denominados EMA o EML.

 

La ejecución de las obras de la CUP

 

Las obras iniciaron el 4 de junio de 1965. Para la ejecución de cualquier obra, la fundación daba contratos, siempre mediante concurso abierto. Ya con el plan maestro y con los provectos en mano, la fundación convocó a un concurso para la construcción de los edificios de cinco escuelas: Arquitectura, Ingeniería Civil, Ingeniería Química, Ciencias Químicas, Administración de Empresas y los campos deportivos.

Nueve empresas constructoras presentaron proyectos, pero quien resultó ganadora fue la empresa Estructuras y Cimentaciones, S. A. (ECSA), representada por el ingeniero Rigoberto Tapia Ortega. ECSA fue una empresa subsidiaria de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), así que fue la encargada de construir todas las escuelas. Las obras de infraestructura y cálculo se asignaron a otras empresas o despachos de profesionistas que laboraban de forma independiente. La ejecución de la zona deportiva la hizo el despacho Mastretta-Pavón, que también ganó mediante concurso.

 

Infografía Ciudad Universitaria de Puebla

 

La supervisión de todo lo que se hacía correspondió a la compañía Confraco, propiedad de don Manuel Espinosa Yglesias, cuyo director general era el arquitecto e ingeniero Jesús Aguirre Cárdenas, quien fue director de la Escuela de Arquitectura de la UNAM.

Sobre la marcha se agregó al paquete de escuelas comprometidas con fundación, la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales, no sin algunos problemas porque no había estado en el presupuesto original, aunque si en el plan maestro

El 25 de enero de 1969 la Fundación Mary Street Jenkins entregó oficialmente la CU al Gobierno del Estado, y el 31 de enero el gobierno la entregó a las autoridades universitarias.

 

¿Cuándo se entregó la Ciudad Universitaria de Puebla?

 

Manuel Espinosa Yglesias dijo durante la entrega de la CU al Gobierno del Estado el sábado 25 de enero de 1969: "Esta Universidad de Puebla pretende reflejar la enorme confianza que nos inspira nuestra juventud". El patronato esperaba que "esta aventura universitaria que hoy se inicia con esta inauguración sea fructífera para el estudiantado, para los maestros y para México"." Más adelante subraya que abrigaba la esperanza de que "la Universidad de Puebla sea en el futuro el manantial de gente preparada que tanto necesita México. Porque he repetido una y mil veces que tengo más temor de que México pueda fracasar por falta de gente preparada que por falta de capitales".

 

Inauguración de la Ciudad Universitaria de Puebla 25 de enero de 1969

Autoridades federales, estatales y universitarias en la inauguración de la Ciudad Universitaria de Puebla / Imagen: Archivo Histórico Universitario

 

Por su parte, el gobernador del estado, el ingeniero Aarón Merino Fernández, expresó: "Estamos compenetrados de la seguridad de que éste es el momento de Puebla. Y de que el dinero mejor invertido es el que se destina al aprovechamiento y encauzamiento de la energía. Tenemos recursos para hacerlo, como la inteligencia de los poblanos y el crisol de instituciones como la Universidad".

 

¿Cuánto costó la construcción del nuevo campus de la UAP?

 

El valor de las obras realizadas ascendió a 68'215,000.00 pesos, incluido el costo del terreno expropiado. Quedó pendiente la construcción de la rectoría y el gimnasio. Como todo se realizó con recursos de la Fundación Mary Street Jenkins deben sumarse otros donativos, como los cuatro millones de pesos dados para le erección de la preparatoria Benito Juárez, más $740,000.00 pesos para la Escuela de Enfermería.

 

La BUAP reconoce la labor de la Fundación Jenkins

El 23 de junio del 2019 el rector Esparza entregó un reconocimiento a la Fundación Mary Street Jenkins, que recogió una de sus descendientes, Sofía De Landa de Jenkins / Imagen: VEDC

 

Por su parte, la universidad se encontraba hundida en la pobreza, tenía edificios nuevos, ningún mueble, porque cuando ocuparan la CU, no pretendían llevarse los muebles viejos del Carolino. Por eso pensaban pedir una ayuda adicional de diez millones de pesos a la Fundación para amueblar los edificios.

 

¿Quién construyó la Ciudad Universitaria de Puebla?

 

El plan general para elaborar los proyectos se basaría en la fuerza de trabajo de la Escuela de Arquitectura para lograr una estructura de trabajo más barata y consolidar la formación de sus egresados. Así, para proyectar las escuelas se encargaron los proyectos a los estudiantes de Arquitectura recién egresados o que estaban terminando la carrera. El equipo estuvo conformado con parejas de arquitectos con la complementación de un calculista. Las parejas que trabajaron fueron las siguientes:

 

La Monja Edificio de la Ciudad Universitaria de Puebla

 

Los arquitectos Miguel Pavón Rivero y Jorge Bélchez fueron los responsables del plan maestro y del proyecto de la Escuela de Arquitectura; al ingeniero José Moreno le correspondió el estudio y levantamiento topográfico, desplante y emplazamiento de las edificaciones, control y calidad de la obra, junto con el ingeniero Francisco Isidoro Bolaños y el ingeniero Cal y Mayor; Carlos Mastretta Cobel y Fernando Rodríguez Concha proyectaron el edificio de la Rectoría, del cual solo se realizó la excavación del emplazamiento;.

Santillana y Castaños proyectaron el edificio de Leyes; Arnulfo Luna y Víctor Manuel Terán Bonilla, Ingeniería Química y Ciencias Químicas; Javier Torres Leyva, la Escuela de Administración de Empresas. Fernando Rodríguez Concha proyectó el Módulo administrativo; participaron también Mario Bautista Castillo y Darío Morales; Mario René Guzmán Santos, paradero de autobuses (Departamento Escolar y Dirección General de Obras); José Luis Zepeda Casados, Ingeniería Civil. Confraco Supervisión General: compañía de don Manuel Espinosa Yglesias.

Javier Torres Leyva hizo la maquila de todos los planos. En esta época que se dibujaba a mano y su despacho tenía capacidad para hacerlo. José Manuel Fernández fue el calculista que colaboró con cada una de las parejas. Fernando Alarcón Aguilera realizó el cálculo; Edmundo Dib Tomé fue el valuador y Rafael Arellano, el firmador. También participaron Luis Vigil Ávalos y otros.

 

La Ciudad Universitaria del siglo XXI

 

Después de la entrega, Ciudad Universitaria funcionó de manera normal, pero muy pronto hubo intenciones para continuar, pues se elaboraron proyectos, se programaron acciones y algunas se ejecutaron.

 

Facultad de Ingeniería Civil de la BUAP en Ciudad Universitaria, febrero de 1986

Facultad de Ingeniería Civil de la BUAP en Ciudad Universitaria, febrero de 1986 / Imagen: VEDC

 

Por ejemplo, en los años 1978 y 1979, en el programa de obras del periodo, se propusieron construir la torre de Rectoría que había quedado pendiente del plan maestro original, aunque nunca se hizo el proyecto, así como las bibliotecas del área de Ciencias, la de Economía, Administración y Comercio, la de Ingeniería Civil y Arquitectura y el gimnasio (que a la postre se llamaría Polideportivo), con apoyo del Instituto Nacional del Deporte y en el marco de la celebración del IV Centenario de la Fundación de la Universidad, que en su origen se llamó Colegio del Espíritu Santo.

En 1981 se ampliaron los laboratorios de la Escuela de Ciencias Químicas.

 

 Concha Acústica de la Ciudad Universitaria de Puebla

La Concha Acústica de la Ciudad Universitaria de Puebla: icóno de la BUAP / Imagen: cortesía de la Dirección de Infraestructura Escolar

 

Para el 2009, la Ciudad Universitaria de Puebla tenía 82 edificios. Diez años después son más de 100. Las adiciones a los edificios originales (naves, aulas, cubículos y oficinas) se complementaron con otras ampliaciones y la creación de los edificios multifuncionales, junto a obras emblemáticas como la renovación de la Arena BUAP, el Centro de Convenciones y la Torre de Rectoría cuya obra quedó lista para entrega la primavera del 2020.

 

Arena BUAP

La renovada Arena BUAP en Ciudad Universitaria / Imagen: VEDC

 

Puede decirse, pues, que la Ciudad Universitaria de Puebla fue un proyecto de largo aliento que se concretó en varias fases llegando a su conclusión lógica, con la erección del rascacielos de servicios universitarios pendiente desde 1964, evento que sucedió en el primer año de la tercera década del siglo XXI cuando, pese al embate del COVID-19 y la forzosa reclusión de un alumnado que debió estudiar a distancia, CU es ya una obra conclusa, al servicio de docentes, estudiantes y trabajadores de la BUAP.